miércoles, 15 de diciembre de 2010

Consejos para ser un estudiante productivo

Clase de programación

El término productividad se utiliza desde hace tiempo en entornos de negocios o industriales y cada vez se va ampliando más su uso a otros sectores. ¿Por qué no usarlo también en el ámbito académico? Podríamos convenir que un estudiante es productivo cuando aprende y, por tanto, obtiene buenos resultados académicos (al menos así debería ser).

Si eres un estudiante, sigue leyendo. Te daré algunos consejos que te pueden resultar útiles para rendir más. Quizás algunos de ellos te parecerán obvios, pero no está de más repasarlos.


Trabajo diario

Llega puntual, a quien madruga Dios le ayuda. Si llegas 5 minutos tarde tendrás 5 minutos menos para hacer las cosas.
Si en clase trabajas con el ordenador, no pierdas el tiempo entrando en Facebook, Tuenti, Twitter o viendo noticias de fútbol o de cotilleos. Aprovecha que por la mañana te encuentras con más energía y que tienes cerca al profesor para preguntarle dudas. Ya tendrás tiempo de relajarte por la tarde en casa, con la tranquilidad de haber cumplido con tu trabajo por la mañana.
En casa, procúrate un buen lugar de estudio, un entorno limpio y ordenado, con las herramientas adecuadas. Tener música relajante de fondo te puede ayudar a concentrarte y a aislarte del resto del mundo para estudiar.
Si tienes deberes o tareas pendientes, hazlos cuanto antes, no los dejes para el último momento. Si no haces tus deberes, el trabajo se puede ir acumulando hasta que sea imposible realizarlo.


Exámenes

Anota todo lo que diga el profesor sobre cómo será el examen. Los profesores damos siempre muchas pistas sobre lo que se preguntará o no en el examen.
Consigue exámenes de años anteriores e intenta resolverlos. En algunos casos, los ejercicios que caen en los exámenes se parecerán a los que se han hecho en clase y en otros casos no; pero seguro que los exámenes que se hagan este curso serán casi idénticos a los de convocatorias anteriores.


Comportamiento

Muestra iniciativa. Ofrécete voluntario para salir a la pizarra. Expón sin miedo tus ideas o tus posibles soluciones aunque no sean las que vienen en el libro de texto.
Pregunta siempre que tengas dudas. Las dudas son como las bolas de nieve: si no preguntas, cada vez se van haciendo más grandes.
No hagas la pelota, no te servirá para sacar mejores notas ni para caerle mejor al profesor.


Conflictos

Si discrepas con el profesor en algún asunto, canaliza esas discrepancias de la forma adecuada. No seas falso admitiendo algo con lo que no estás de acuerdo pero tampoco te enfrentes de forma descarada. El diálogo es siempre la mejor vía para resolver cualquier pequeño desacuerdo que pueda surgir. Para bien o para mal, en un desencuentro entre profesor y alumno, éste último tiene las de perder; así que, ante la duda, te remito a lo que decía con frecuencia mi maestro de Aikido: "en boca cerrada no entran moscas".

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