miércoles, 27 de octubre de 2010

La cápsula de productividad

Mi trabajo de profesor se divide en dos partes. Aproximadamente el 40% del tiempo estoy dando clase, y el 60% del tiempo restante lo dedico a preparar material: manuales, ejemplos, ejercicios, exámenes...

Prefiero prepararlo todo yo mismo en lugar de utilizar textos existentes. La mayoría de los libros y manuales tienen mucha teoría y pocos ejercicios y a mí me gusta enseñar casi exclusivamente haciendo que los alumnos resuelvan problemas. Además, preparo el material tanto en inglés como en español. Todo esto hace que dedique tanto tiempo a esta tarea.

Dar clase es como andar, tiras "palante" y ya está. Preparar el material es otro cantar; hace falta tomar notas, hacer resúmenes, buscar y rebuscar en internet, organizar después toda la amalgama de información obtenida y echarle un poquito de sal y pimienta; para conseguirlo me meto en mi CÁPSULA DE PRODUCTIVIDAD.

CÁPSULA DE PRODUCTIVIDAD = ESPACIO AISLADO DE INTERRUPCIONES + BUENAS HERRAMIENTAS + ENERGÍA

Conseguir aislamiento del mundo exterior es fundamental para obtener una buena concentración. No puedes escribir dos líneas seguidas de texto si continuamente te llaman por teléfono o te piden en persona que soluciones tal o cual problema. Hace tiempo que el correo electrónico pasó a ser mi medio principal de comunicación, puedo procesarlo cuando yo quiero, no tengo por qué responder al instante.

En mi caso, las herramientas que contine mi CÁPSULA DE PRODUCTIVIDAD son básicamente un ordenador y una buena conexión a internet. El papel y la pluma son también buenos instrumentos cuando se trata de tomar notas o hacer esquemas.

La energía disponible determina idefectiblemente la tarea que podemos realizar. Con un nivel de energía bajo podremos ordenar el cajón o actualizar nuestra lista de contactos pero será complicado preparar un examen o redactar un artículo. Aunque la energía depende de muchos factores, algunos de ellos fisiológicos, estoy convencido de que procede casi en su totalidad de la motivación.
La semana pasada se me hizo evidente la ausencia de mi CÁPSULA DE PRODUCTIVIDAD. Nunca antes lo había visto tan claro.

Pasé casi toda la semana en Ankara, la capital de Turquía. Tuvo lugar el primer encuentro en el que participamos los nueve "partners" de un proyecto europeo que tiene como fin acercar la Formación Profesional al mercado de trabajo. Profesores, empresarios y representantes de distintos organismos de seis países diferentes tuvimos ocasión de compartir ideas y experiencias. Tuvimos una agenda de trabajo muy apretada a la que se añadió alguna que otra visita cultural.

Ha sido una experiencia muy interesante aunque también ha supuesto un parón (o más bien un paréntesis) en mi trabajo diario y me he encontrado a la vuelta un montón de tareas pendientes. No he podido meterme en mi CÁPSULA DE PRODUCTIVIDAD en el tiempo que he pasado en Ankara. Todo el tiempo estaba ocupado por alguna actividad, y el poco que quedaba libre (en el avión o el autobús) lo dediqué a leer* porque no me quedaban energías ni tenía los medios para trabajar en mis proyectos. Lógicamente se trataba de una situación especial y había que aprovecharla al máximo.

Ahora que soy más consciente de la importancia de mi CÁPSULA DE PRODUCTIVIDAD me estoy planteando mejorarla. Incluso podría intentar meterla en la mochila en mi próximo viaje. Y si no puedo meter una cápsula, puede que al menos me pueda llevar una pildorita.

* Estuve leyendo "La Cocina de la Escritura" de Daniel Cassany, un libro absolutamente recomendable para cualquiera que escriba, ya sea por trabajo o por afición.

1 comentario:

  1. 'La cocina de la escritura', de Cassany, es mi libro de referencia en materia de redacción. Es curioso que uno pase por varios lustros de "educación" y nunca le enseñen este tipo de habilidades tan esenciales como escribir con un poco de correccion.

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